Datos personales

Soy Licenciada en RRHH y después de muchos años volví a la soltería. No creo en nada pero ¿Qué hacés si una numeróloga te dice que vas e encontrar al amor siguiendo un número exacto? ¿Matás a la amiga que te la recomendó o empezas a prestar atención? De eso se trata.

miércoles, 27 de abril de 2011

La mesa de saldos

Llegué a una conclusión (no creo que sea ninguna genialidad) y es que pasados los treinta y algo las posibilidades de conseguir pareja son únicamente hurgando en la mesa de saldos.  Sé que el panorama no es alentador pero soy una convencida que cuando uno pinta el peor escenario, todo siempre es para mejor.  Si comparamos la imagen patética de estar revolviendo en una mesa de saldo de hombrecillos contra cualquier otro encuentro, ese encuentro resultará por lo menos, maravilloso.
La situación actual es esta.  Mis candidatos huyeron como si hubiera tirado un "gamexane". Al obsesivo del mensaje de texto le blanqueé la situación y le dije que no quería salir con él, nunca.  A Marcos no le mandé ningún mensaje, ni el tampoco me mandó (otras falsas promesas).
La bestia coquetea con todas, a veces más conmigo, pero la verdad es que estoy en un estado que ni siquiera le quiero dedicar energías.  Y Hernán, bueno, es un caso indescifrable.  No apareció después de su viaje.
Todo esto me dio para pensar y llegamos a la conclusión con las chicas (no quiero adjudicarme el mérito sola) que:
1) Los hombres no tienen interés en el sexo.
2) Los hombres que quedan están mal de la cabeza, tienen 25 años, están separados y tienen hijos o simplemente tienen una incompatibilidad para la vida en pareja.
3) Los únicos hombres que le ponen un poco de romance a la cosa y quieren sexo desesperado, son los casados.  Pero no lo quieren con sus mujeres.

Hacía mucho que no veía a Pitu, muchísimos años.  Casada y separada dos veces, me contaba sus historias mientras nos tomábamos un café.
-Le pidió mi mail a mi amigo, se creó una dirección de mail falsa y me escribió poéticamente.
-¿A ver? Bueno, esto pinta lindo (miré sus mails desde la black berry)
-Lindo no sé. El tipo es casado y tiene dos hijos.
-Ah, bueno. Digamos que esto es un toco y me voy.
- Y digamos que sí, todavía no lo decidí.  Pero ¿sabés qué? Me emocionan estos mails.  Esta cosa furtiva y picante y el deseo y el romance. ¿Sabés por qué me emociona? ¡Porque ya no existen estas cosas! Y probablemente no pase de esto, pero que alguien se "gaste" un poco en escribirte con ingenio y un poco de astucia, hoy ya es mucho.

Me quedé pensando.  Es cierto, ya no existen estas cosas.  Las cartas y los poemas y las canciones y todo eso que hacían los hombres para conquistar a las mujeres en el siglo pasado, se perdió.  El hombre ya no hace mucho, ni siquiera por deporte y es una lástima porque es tan lindo eso.  La sagacidad de la palabra, la poesía y el romance, la sorpresa, la complicidad y el deseo.
El romance tiene mala prensa porque ha sido tildado de cursi.  Pero la verdad es que a esta altura brindo por la cursilería barata (igual todo tiene su limite eh!).

lunes, 25 de abril de 2011

Nada

A veces pasa que no pasa nada.  Como si la vida divertida la tuvieran los otros.  Como si la vida sentimental interesante fuera patrimonio del vecino.
No pasa nada (en materia de hombres). Pasan muchas otras cosas que ni siquiera puedo definir pero para la que la gente no dedicaría ni cinco minutos para leer porque, claro, no pasa nada.
Si se fijan, a nadie le interesa saber que no ha pasado nada en este fin de semana de reflexión. Que no he salido con ninguno de mis potenciales candidatos a los que ni siquiera sé si quiero ver.  A nadie le interesa saber que me fui a andar en bicicleta y a la peluquería y después a tomarme un cafe con leche a un bar de Palermo. A nadie le interesa saber que lloré de a ratos y también me reí. ¿Te llamó? ¿Te escribió? Eso es lo único que importa.
Y a veces pasa que no pasa nada.  Y no está mal.  Cuando la emoción pasa sólo por ahí perdemos mucho de lo otro.  No creamos que lo único lindo y valioso es tener una vida de pareja. Alguien a nuestro lado.
Queremos estar con un otro para tener testigos de nuestra existencia. ¿Freaky no? Bueno, desbarranqué.

sábado, 23 de abril de 2011

Hollywood

Hollywood nos ha hecho mucho daño.  Las películas románticas son un atentado contra cualquier tipo de relación mas o menos normal, costumbrista y terrenal. Se sabe que eso que pasa en las películas no existe (yo lo sé al menos) pero cada tanto, alguien te cuenta una historia que se le parece y te siembra esa pequeña duda.  Esa duda venenosa que hace que tengas una pizca de esperanza de que exista algo real y posible entre un hombre y una mujer.
Este fin de semana me quedé guardadita. Rechacé la invitación del obsesivo de los mensajes de texto sólo por el sábado. Tal vez mañana si la Pascua me parece deprimente y melancólica le digo que sí a tomar un licuado de banana (nada que involucre alcohol, producirme o ponerle media pila a la salida)   Tampoco le dije que sí a pedalear con Marcos. No lo llamé, él no me llamó.  Tal vez le conteste mañana que sí pero no sé si me va a dar la cabeza para hacer dos citas en un día.
De todos modos el tema eran las películas románticas y vi una que me dejó en estado catatónico. Lloré todo lo que no había llorado en estos últimos meses, con sollozos y mocos incluidos. Y con ruido (lloro con ruido exagerado para que salga todo bien salido). No la vean. O sí, si quieren sentirse mal por esos amores que no existen.  Amor y drogas (Love and other drugs). No les digo nada más.  Parece una comedia pero no lo es.
Después de eso me quedé pensando en el amor entre un hombre y una mujer y en todo el dinero que Hollywood sigue haciendo con esta temática. Insisto, todos queremos encontrar el amor y el que diga que no, miente. Nos criaron para eso y para perpetuar la especie.  Mejor dicho, nos criaron para perpetuar la especie y para eso nos hicieron creer que se necesita amor cuando en verdad se necesita mucho menos que eso.
Luli también se quedó guardada y se pasó como unas tres horas hablando con su novio nómade que vive en algún lugar de Europa y al que conoció  dos días y dos noches divinas en un lugar al norte de Brasil. Ella no se olvió de él.  Hasta hoy lo extraña y tiene deseos de él. ¿Es posible eso? ¿Después de dos días? Cada situación romántica tiene su correlato con alguna película de Hollywood, en este caso "Antes del amanecer" y su segunda parte "Antes del atardecer".  Son dos de mis películas románticas favoritas pero aún no creo que sea posible albergar un sentimiento de amor y nostalgia por tantos años habiendo conocido a alguien por dos días solamente (en el caso de la película uno solo).
Ya lo sé, soy la terrorista del amor. En eso me he convertido.  Pienso que lo lindo que tienen esos amores de pocas horas es la imposibilidad de llegar al desengaño.  No hay desilusión posible, no hay tiempo para que te aplaste la rutina ni te carcoman los deseos insatisfechos que equivocadamente depositás en esa otra persona.
Para que haya amor de verdad no debe haber fantasía.  El amor real es el que trasciende las miserias humanas, las zonas oscuras, lo poco hermoso y mostrable.  Si trasciende después de eso ya estamos hablando de otra cosa.  Sin embargo hay gente que asevera haberse enamorado de alguien después de haberlo conocido durante ¿días, semanas, meses? Me cuesta creer que algo así sea posible.  Creo más en el amor que se construye y se afianza con el tiempo y tal vez por eso no creo en Hollywood o tal vez por eso mi película preferida es "When Harry met Sally".
Lo cierto es que para cada uno el amor significa algo diferente y por eso es tan difícil coincidir. No hay una idea estandarizada del amor.  Para cada quien significa algo distinto.
En mi propia película sigo un número, una señal, algo que me guíe en tanta neblina, algo que me devuelva algo de magia a esta cabeza plagada de pensamientos lógicos y racionales.
Si la vida es sólo "timing" no hay nada distinto que podamos hacer que desear estar justo ahí, justo en ese momento, justo con esa persona y así tal vez tener unos instantes de ese renegado Hollywood.

Waiting and thinking

Me tomé un tiempo para reflexionar sobre el curso de mi vida.  Y llegué a una conclusión: No tengo idea a dónde voy.
Lo importante sin embargo es que así y todo no me siento mal como en algunos momentos me sentí por tanta incertidumbre.  Es la vida que me toca, que es muy distinta por cierto a la que imaginé que iba a tener a los 34 años.  De todos modos hay algo que estoy empezando a disfrutar un poco y que en otros momentos me angustió y es el hecho de no saber qué va a pasar mañana.  No sé ni siquiera dónde voy a estar para Pascuas o qué voy a hacer hoy a la tarde.
Hernán me mandó un lindo mensajito al día siguiente que decía: "Lo pasé muy bien ayer. Me estoy yendo de viaje a Brasil y no vuelvo hasta después de semana santa. Cuando vuelva quiero verte apenas llegue".
Me encantó, honestamente, pero decidí no ilusionarme.  El "apenas llegue" para mí es apenas se baja del avión. Para él puede significar pasada una semana de eso.
Decidí vencer mi tendencia monógama de ilusionarme con una sola persona y abrí mi juego dejando varios huevos en diferentes canastas.
Franco empezó conmigo un coqueteo solapado.  Me empezó a llamar buena onda todos los días o pasaba todos los días por el piso y me hacía algún comentario.  De todos modos, no soy la única a quien dirige sus galanterías. Mica está vestida de "Rambo" con su equipo verde militar, ametralladora en mano, la cara pintada de negro y dos ramas en la cabeza para disimular lo indisimulable: Está preparada para la guerra.
A Franco aparentemente no le interesa o quiere algo más difícil. No es que yo sea difícil pero estoy tan desorientada y confundida  que no tengo ni idea qué quiero y en ese devenir de mi duda metódica, muestro poco interés.
Nuevamente estoy en la etapa que nada me importa.  Estoy como anestesiada. Esto garantiza que en breve la catarata de candidatos va a ser buena, es una regla clara.

Mensaje de texto de Marcos. ¿se acuerdan? ¿Mi refrito? ¿El que nunca apareció y me canceló sobre el último momento? Esta vez con una propuesta diferente.
Decía así: Che, sorry la desaparición, "estuve a mil". ¿Te copás si vamos a andar en bici? (las comillas son mías, claro).
No le contesté aún, no sé qué hacer.  El plan diurno me atrae pero no sé si tengo ganas de compartir el día con él.  Duda tras duda.

Por otra parte tengo una relación via mensaje de texto con el sujeto que conocí en el boliche a las 5 de la mañana y que me dijo "quiero conocer a alguien como vos".  Esto es interesante y las chicas dicen que tengo que darle una oportunidad porque la viene remando. No estoy tan segura.
Les recuerdo que nuestra último intercambio había sido un sábado y le había mentido que tenía un cumpleaños.  Nuevamente hizo lo políticamente incorrecto: Me invitó a salir sobre el minuto 60.
Luego los intercambios siguieron así:
Dos días más tarde me envió el siguiente mensaje:
-Se puede ser más hermosa en esta vida?

Ya sé que no necesitan escuchar más y que con esto es motivo suficiente para mandarlo a volar.  Les conté a Male y a Romi y ambas me pusieron cara de vómito.
A eso le respondí: WHAT?????

No me contestó nada. Pasaron 4 días y me mandó otro mensaje:
- Hola Vicky! Todo bien???? Yo trabajando aún, en un rato salgo.
Pensé: Y a mi qué me importa lo que estás haciendo ahora? O te pensás que esto es twitter? Pero no se lo dije, claro y no le contesté.
Al día siguiente:
Vicky, cómo andás? Te llegó mi mensaje de ayer?

No le contesté, no sabía qué hacer. Entonces me llamó como tres veces al celular mientras yo estaba en una reunión de trabajo.  Mi jefe me miró con cara de apagá eso ya o lo destruyo a pisotones. Lo silencié y no le devolví el llamado.

El mismo día a la noche me escribió:
-Bueno Vicky, como verás te llamé varias veces para invitarte a salir pero ni los mensajes me contestás. Estás bien?
-Estoy bien, sorry. Estaba en una reunión de trabajo- le contesté.

Pasaron dos días y me escribe:
-Hola! Cómo estuvo tu finde? Querés ir a tomar algo hoy?
-Estuve bien- le puse. Pero hoy arreglé plan, gracias por la invitación.
Al día siguiente:
-Si no te vas a ningún lado este finde me gustaría que te reservaras un día para salir conmigo.
No le contesté y por eso al día siguiente me escribió:
-Bueno, se ve que le prestás mucha atención a mis mensajes.
Ahí decidí ir por la honestidad brutal:
-Hola, te voy a ser honesta. No quiero salir por lo que te dije. Hubiera salido apaenas te conocí pero ya ni me acuerdo de tu cara. Sorry por no haber contestado antes, te lo digo para que sepas por qué no.
-Uy qué lástima- me dijo. No sé por qué pero me imaginaba que iba a ser muy positivo conocerte. Te llamaría pero no te quiero molestar. Y siguió:
-A ver...no te veo tan superficial como para pensar que el tema está en que no te acordás mi cra, si esa es la duda te comeno que no soy feo, jajja. Te hubiese creido si me decías que no te gusta haber conocido a alguien en el contexto que me conociste.
-Es cierto- le dije- Pero me sorprendiste con la charla y por eso te di el telefono pero paso tanto va y viene de mensajes que se me fueron las ganas. Me gustan los pibes mas decididos, nada mas....
Ahí es cuando esperaba que me mandara a la mierda. Pero no. Y contestó:
-Ok, no me manejé bien, lo asumo y esto de los mensajes no me va tampoco pero cuanto te llamé no me atendiste. jajja, estoy justificandome como si fueras mi novia. Me preocupa. Ponele fichas a esto Vicky!!
-jajaja, estoy por entrar al cine, hablamos en otro momento.
Tipo 12 de la noche y yo ya volviendo a casa me escribe:
-Estas para tomar algo o es tarde?
-Ya estoy en la cama- le dije.
-Qué lástima- me dijo. Te voy a insistir, valés mucho la pena. Que descanses!

¿Valgo mucho la pena? ¿Y el que sabe? Se lo dije.
-Ni me conocés, no sabés si lo valgo....
-Sos psicóloga acaso? Dormí, querés? Dejame decidir a mi si valés o no!
Desde ese momento no deja de escribirme y quiere salir hoy y no sé qué hacer.  Me estresa que sea una cita, me acuerdo que no era feo pero no mucho de su cara..

La duda metódica otra vez. ¿Qué hago?

lunes, 18 de abril de 2011

Sábado Sub 20

Sábado a la noche.  Fiesta en un lugar de Palermo que reunía a todos los extranjeros de Buenos Aires.
Fuimos con Romi y con Javi. Pensé que tal vez me encontraba con alguien. Pero no.
¿Desde cuándo los chicos de la matiné pueden ir a bailar a la noche?
Primero, eran todos argentinos.
Segundo, la edad promedio era de 24 años (algunos que entraban parecían de 16)
Tercero, todos medían un metro sesenta, lo que dejaba bien en claro que eran todos argentos, que en general, son medio enanos.
¿Y  los rusos, eslovacos y alemanes? ¿Los franceses, ingleses y españoles? ¿Dónde estaban?
Terminamos en el automac.

Después del sábado decidí que voy a dejar de salir los sábados.

La revancha

Me pasó a buscar 15 minutos pasadas las 10. Decidí no volverme loca esta vez con el atuendo.  Un jean, remera y botas.
Tenía sus anteojos puestos y me estaba esperando en la puerta del auto.
-Bueno, aquí estamos-le dije con una sonrisa.
-Así parece- me dijo y me dio un beso en la comisura.
Rumbeamos para un restaurante que eligió él y al que por pura casualidad yo había ido con todos mis novios y amores de turno. (Si hay algo que no me pasa es evitar lugares por haber ido con una u otra persona, repito y repito lugares. ¿Me habré vuelto insensible?)
Llegamos y tuvimos que esperar un ratito la mesa. Mientras charlamos en la barra, dejé que el silencio hiciera lo suyo y no me apresuré por llenar vacíos.  No fue necesario.  La conversación empezó a fluir en un ida y vuelta natural, esta vez, habló más él. De su trabajo, su familia, sus sueños y frustraciones.  No dije mucho, lo escuché. Sólo hablé cuando me preguntó.
-Entonces...¿Hace cuánto estás sola?
-Varios meses ya.
-¿Y cómo venís con eso?
-Te contesto esto y te hago una pregunta. Sí, vengo, de la manera que puedo. Con altibajos. Ahora ¿tenemos que contarnos nuestras historias tristes?
- Mejor no. Tenés razón.
Hablamos de sus viajes, de mis viajes, de nuestros amigos, de los proyectos a futuro.
-Quiero sentar cabeza, en algún momento.  No puedo seguir la vida como un adolescente.
-¿Cómo que no?- dije. Yo lo hago todo el tiempo- rematé.
- Si, pero en algún momento hay que ponerse las pilas. Calculo que te pasa cuando conocés a la persona indicada.
-¿Creés que hay una persona indicada?
-Si, creo que sí.  Creo que sólo hay una para cada uno.
-¿No te parece un poco frustrante ese pensamiento?
-Si, pero no lo puedo evitar. Será que así me criaron y que mis abuelos estuvieron juntos hasta el final y se adoraron.
[Nota mental: Resulta que me topé con el único hombre en el hemisferio sur que cree el cuento de la media naranja. El famoso "soul mate". Lo único que me faltaba.  Un romántico que cree que el amor es para siempre y que sólo existe una persona para nosotros. ¿Y si vive en China? Bueno,  sería mejor que viviera en Francia, en Irlanda o en Brasil. ¿Y si resulta que nunca conocés a esa persona? Mi cinismo es preocupante pero no puedo hacer otra cosa.]
De todos modos, hubo algo en su manera de pensar que me hizo ilusionar otra vez, aunque sea por un instante.
Sin embargo pensé que era una iluso, un poco infantil y con los pies a 10 metros del piso. Me pareció que estaba un poco grande para pensar de esa manera, pero era lindo, simpático y además me lo había encontrado tantas veces que algo seguramente debía significar.
Volvimos a casa y en la puerta me dijo que quería volver a verme y que lo había pasado muy bien.  Me agarró de la cara, me miró y me dio un beso de telenovela, de esos lindos, de esos perfectos.
Es demasiado bueno para ser real. Fue lo primero que pensé mientras me besaba. El corazón me empezó a palpitar rápido y sentí cómo las hormonas totalmente traicioneras y mentirosas querían hacerme sentir que estaba besando al amor de mi vida.
Nos despedimos y subí a mi casa.  No intentó subir.
No me podía dormir. Casi que no dormí en toda la noche y así llegué a trabajar al día siguiente.
La tropa estaba revolucionada por la salida de la noche anterior.
-¿Cómo te fue ayer?- dijo Male totalmente sacada.
-No sé. Bien supongo. Me siento rara.  Me gusta, creo.  No sé, cree en las almas gemelas. ¿No es raro? De todos modos, se me pasó la exaltación que tenía, lo que hizo todo mucho mejor. ¿Y ustedes?
-No sabés lo que pasó ayer.  Mica se le tiró encima a Franco. Estábamos todos bastante entonados, yo incluida. Tuve que sacarme de encima toda la noche a Sergio que me quería acorralar contra la puerta del baño.   Mica estuvo tremenda, lo buscó toda la noche y él le daba bola pero no tanta.  Mica piensa que es gay pero yo creo que ella simplemente no le gusta. Tal vez le gustás vos.
-Pará, los tipos no son así. Aprovechan todas las oportunidades que tienen. Lo hubiera hecho, hubiera intentado algo con ella.
- Si, puede ser.
- Y hablando de Roma........
Sonó mi interno. Llamada del 1065.
-Hola.
-Hola ¿cómo estás?
-Bien. ¿así que lo pasaron divino ayer?
-Si, estuvo bueno.  Pensé que ibas a venir.
-Dije que no podía.
-Ya sé, pero tuve el presentimiento que al final ibas a venir igual.
-Bueno, no te funciona muy bien el presentimiento entonces.
-Epa epa. ¿Qué pasa?
-Nada. Mal día, después hablamos.

¿Será que las mujeres somos así? Queremos y queremos algo y cuando lo tenemos, no sabemos si tanto lo queremos.......

jueves, 14 de abril de 2011

El grupete II

El grupete quiere salir otra vez hoy.  Les dije que no, que tenía plan. Se lo dije a Franco directamente que me llamó a mi interno (1065 por si no se acordaban).
-No puedo, salgo con mis amigas- mentí.
- Qué lástima. No va a ser lo mismo sin vos.  Seguro que tenés historias no tristes para contar también.
-Puff, no te das una idea. Pero no, hoy no voy. La próxima.

Así, sin más y cero remordimiento le dije que no a la bestia.
Nervios muchos para hoy, como antes de las pruebas de matemática en el colegio.
Nota mental: Nada de alcohol ni tabaco.

No todo lo que brilla.....

Las citas que prometen.  Me acordé de una de hace muchos años. Fue un levante callejero, que de movida, tiene mala prensa.  Sin embargo a mi me encanta.  La creatividad o el ingenio y el coraje a la orden del día.   Ese momento mágico en el que caminando por la calle cruzás impunes miradas con un desconocido al que no vas a volver a ver nunca más.  La impunidad de los dos segundos de contacto visual. 
Esa vez venía absorta en mis pensamientos y lo vi caminando por la veredad de enfrente. Alto, morocho, gafas de sol y ambo de médico. Sí, siempre pensé lo mismo: "El ambo garpa". Que me duele acá y acá, y más allá.  Sí, eso pensé yo también.  
Y lo miré, más de dos segundos, y el también, más de dos segundos y cuando lo crucé me di vuelta y él se dio vuelta y detuvo su marcha.  Ahí me agarró el ataque de pánico. ¿Y ahora qué hago? ¿Camino más despacio o más rápido? ¿Me doy vuelta otra vez o acelero el paso sin mirar atrás? 
Caminé a una velocidad inusualmente lenta. Fui el peatón más prudente y esperé todos los semáforos. Casi  llegando a la esquina me tocó el hombro.  
-Disculpame pero ¿te conozco de algún lado? -me dijo (cero creatividad pero mucho huevo)
-Ah, yo pensé lo mismo de vos- le mentí. 
-¿Acaso no estuviste enferma hace poco?- dijo con esa línea que seguramente utilizaría siempre (cero creatividad pero remo a la vista)
-  No, la verdad que no.-le dije. 
-Disculpame el atrevimiento pero ¿crees que habrá alguna posibilidad de vernos otra vez? -balbuceó. 
-Si, ¿por qué no?-me apuré.  Y le di mi mail. Va contra mis principios, pero me pareció lo menos invasivo teniendo en cuenta la mala prensa del levante callejero.  
Acá una reflexión: El levante callejero tiene mala prensa.  A mi me encanta.  Me parece que el pibe que se atreve a hablarte en la calle, merece la salida por los huevos solamente. Si te encara con altura mucho más, pero igual está bien.  Sin embargo, ese mismo, es seguro el que va al bar y al boliche y ahí sí le das una chance. ¿Por qué, eh? ¿Si somos los mismo en la calle o en el bar?. Fin de la reflexión.
Nos despedimos y creí volar. Volví flotando a la oficina como Mary Poppins y pensé: "Acabo de conocer al amor de mi vida." 
Así, durante esas dos cuadras me imaginé casada con Alberto con tres hermosos niños correteando alrededor en una linda casa con jardín de flores, mientras él  hacía un asado para todos nuestros amigos y yo tomaba vino y me reía y lo abrazaba mientras él daba vuelta las morcillas. 
Jamás pensé que después de una hora de cita en una terracita de Palermo iba a estar mensajeandome con mi hermana en el baño desde mi celular ideando todo tipo de excusas y artimañas para salir huyendo de la cita con el "ex hombre de mi vida". Medico, músico, terrateniente, cantante, fiel, pero un embole. Sin humor, vanidoso y no le interesó saber ni mi edad, ni mi estado civil, a qué me dedicaba o cómo se componía mi familia.  Y yo lo escuché ( porque tengo una buena habilidad para eso) y puse cara de: "Ah, muy interesante lo poco interesante que me estás contando". 
En menos de dos horas había inventado una amiga imaginaria que se mudaba a una casa imaginaria y yo debía ayudarla con mi auto imaginario a llevar las cosas imaginarias.
Huí despavorida y pensé: "Qué lástima. Pintaba taaaaan bieeeennnnnn!".Claramente, será el hombre de la vida de alguien más....

miércoles, 13 de abril de 2011

Too much

Cortito y al pie.  A la noche me fui con Romi a la inauguración de un restaurant en Puerto Madero. Después de la cena había "Fiestón".  El famoso fiestón nunca se armó como todo "fiestón" que promete.  Pero hete aquí que en una de las mesas, comiendo con amigos, estaba Hernán. Me miró y se paró inmediatamente. Se acercó a la mesa, me saludó, saludó a Romi y me dijo:
-¿Podemos hablar dos minutos en privado?
- Si -le dije.
Me levanté de la mesa y salimos a la calle.
-Ok- me dijo- Esto es muy raro. La verdad es que me gustaste desde que te vi, pero cuando salimos esa vez y te entonaste un poco, no sé, me hizo acordar a otras épocas de mi vida, a una novia que tuve y la verdad es que me desmotivé. Después te volví a ver en el bar y me gustaste pero la verdad es que no sé si me siento para arrancar en este baile de salir de nuevo.  Pensé que sí, pero después de nuestra primera salida, que era la primera que tenía con una mina desde mi separación, me di cuenta que no quiero. Y ahora, lo que me pasa, es que estoy empezando a pensar que si el "barba" te pone enfrente mío tantas veces, algo debe querer decir.
- Ehhhh, ok, no sé qué decirte.
- No me digas nada. Salimos el jueves, te paso a buscar, recordame el piso.
-5 B.
-Bueno, paso a las 10. ¿Te viene bien?
- Si -dije sin pensarlo.
Me dio un beso en la comisura de los labios y se fue a sentar.
Nos miramos toda la noche, miradas fulminantes de mesa a mesa pasaban como rayos laser.  Casi que no pude hablar con Romi.
-¿Podés mirarme al menos cuando te hablo momia?
- Si, sorry. Estoy desconcentrada. Mejor pagamos y vamos a tomar algo a otro lugar. ¿Qué decís?
-Que si, digo que si.
Nos fuimos.  Pero a dormir.

martes, 12 de abril de 2011

La bestia bruta

Desde hoy temprano que está pululando por el piso, haciéndose el galán con todas las del sector.
A mí solamente un tibio "Hola" y nada más.
Es oficial, le retiro los embajadores.

lunes, 11 de abril de 2011

Cruzada por la honestidad brutal

Después del fin de semana nefasto en materia de hombres (y de cine también) decidí arrancar el lunes con otra energía.  Basta de hacerme la "cool". Basta de no decir lo que pienso para no parecer una "loca de mierda".  Hoy tengo la "V" de venganza tatuada en la frente y mi lema es "honestidad brutal". Vengaré a todas las mujeres que se comieron buzones más grandes que los del correo central y no dijeron nada, sólo para hacerse las copadas y no ser tildadas de locas histéricas.
Male había tenido un fin de semana igual o peor que el mío.  Tirada en la cama todo el fin de semana, se comió todo el helado de la heladería de su cuadra y vio toda la programación de Cinecanal.
- ¿Y vos qué onda?-me preguntó con cara de pocos amigos.
-Onda, cero onda. Me encontré con el "elegido" (que no era justamente Echarri) y no me dio ni la hora.
-¿Lo viste a Hernán otra vez?- preguntó abriendo los ojos.
-Sí.
-¡Yo sabía! ¿Viste? Todo pasa por algo, estoy convencida.
-Si, todo pasa para que me dé cuenta que soy tremenda boluda, que voy a una numeróloga, le pago un montón de plata, le creo lo que me dice, me invento una fantasía con los números de este "perejil" y después me deprimo porque a pesar de que me dijo "te llamo" no me llamó.
-Bueno, perdoname lo que te voy a decir pero.... vos la cagaste.
- No necesito eso ahora Male- le dije empezando a enfurecerme.
-Pero es verdad. A mí tal vez me hubiera pasado igual.  Lo que te quiero decir es que al destino hay que ayudarlo.  Todo no es así nomás.
- No sé. Yo soy esa. La que se pone nerviosa y se le sube el alcohol a la cabeza y después la trata de arreglar. El que me quiera bien, y el que no, a otra cosa.
- Y parece que así loquita como te pusiste, alguien te quiere por acá......ja ja ja
- Si, me quiere tanto que no me dirigió la palabra en todo el día el viernes y eso que me dejó en mi casa y se hizo el galán comprensivo.
- Pero a lo mejor porque es tímido. Estuvo re divino cuando te agarró la mano ¿ o no?
- Si, la verdad que si. Y después ni me habló.
Me quedé pensando en esto que hacen los hombres: Una de cal y una de arena.  Es super divino un día, te empezás a entusiarmar y después no te dirige la palabra.  Te dice que te va a extrañar y después no te llama más.  Te dice que estás re linda, que te llama para salir y te dice "se me complica" ¿Es que acaso los hombres tienen incontinencia verbal/emocional? ¿Qué pasó con esos códigos que implicaban que uno no decía lo que sentía hasta estar bien seguro que lo sentía? ¿Qué pasó con eso de no prometer cosas que nunca vas a cumplir?
Convengamos que la embriaguez del amor la tenemos todos y podemos en algún momento querer decirle "te amo" al compañero de oficina que nos imprimió la planilla de excel que nunca supimos como imprimir (a pesar que no los explicó 80 veces).  O al que atiende la recepción del gimnasio porque tiene rico perfume y nos consiguió un secador de pelo.  Pero no. No lo hacemos. El verso es patrimonio masculino.  ¿o alguna vez conocieron a una mina "versera"? Yo no.
El punto es que si los hombres supieran que tienen tan poca competencia serían más vivos. Y la verdad es que "en el planeta de los ciegos el tuerto es rey".  Muchachos "avívensennnnn" se los digo con "n" al final a ver si se avivan más.  Es fácil.  Si tuvieran ganas de una ventaja competitiva por sobre el resto de la población masculina del mercado, se ceñirían al siguiente protocolo:
 1) Contestarían los mensajes en el día (preferentemente dentro de la hora de recibidos), 2) Nos llamarían con antelación a una invitación y no el mismo día porque se quedaron sin plan, 3) Llamarían cuando dijeron que iban a llamar, 4) Se acordarían de preguntarnos pequeños detalles (como qué trabajo hacés), 5) Nos encararían con más creatividad. 6) Eliminarían de su vocabulario las siguientes frases (abro subtema dentro del tema, después podemos hacer un cuadro sinóptico entre todos):
a) ¿Cómo tan linda y sola?
b)  ¿Cómo te llamás? ¿De qué barrio sos? ¿A qué colegio fuiste? (como si fueran Silvio Soldán para "Feliz Domingo")
c) ¿De qué trabajás?
d) ¿Cuántos años tenés?
e) ¿Venís siempre a este boliche?
¡Creatividad hombres argentinos! Un poco de humor, un comentario sobre alguna cosa del lugar, del ambiente, de cualquier cosa menos esas típicas líneas de levante que ya me saben a rancias.
Si, honestidad brutal chicos. No sé cómo decírselos: SON DE MADERA. Ya está. Lo dije.

-¿Todo bien por acá chicas?. De pronto se asomó Franco por arriba de mi box.
-Si, todo bien por acá.  ¿Por ahí qué tal?
-Bien, todo bien por suerte. ¿Vos estás mejor? Te vi mal el otro día, un poco deprimida. Ahora se te ve mejor, más relajada.
-¿En serio? Yo te vi un poco borracho también aunque buena onda.  Ahora te veo medio ortiva y con cero onda.
Male me pateó en el tobillo.
- Ey, che! Pará un poco.  Te lo digo con  la "mejor". Te vi mal.
-No estaba mal, sólo dije algo que me parecía, nada más. ¿O vos me ves mal ahora?
-No, la verdad es que te veo muy bien de hecho.
-Me alegro, ahora si me disculpás, tengo que hacer un llamado.
-Ok, nos vemos- me dijo y se fue.
Male me miró desaprobando mi actitud.
-Encima me viene a decir que soy una depresiva y que no se me veía relajada. ¿no te sonó así? ¿No te sonó así? Mala onda, boluda.
-No, la verdad que no.  No lo dijo muy amoroso tampoco, pero tampoco mala onda che. Así vas mal.
Bueno, no me importa.  A matar o morir, no me como una nunca más.

Claramente se me zafó la "chaveta" si le estoy retirando los embajadores a mí único potencial candidato.

Y si, se me zafó. A todos se nos zafa un día. ¿o no? Se ve que fue hoy.

domingo, 10 de abril de 2011

Unexpected

Nueve horas de sueño es lo que se necesita para ser feliz.  Ayer las tuve y hoy me levanté bastante optimista.  Decidí decirle NO a esto de los números y los hombres y el amor y concentrarme en mi trabajo, mi lectura y en ver alguna que otra película.
Agarré la bici y me fui con la compu al bar de siempre a sacar trabajo atrasado. 
En la misma mesa de la primera vez estaba Hernán sentado leyendo el diario.  No supe qué hacer.  El corazón se me paró y decidí ir a saludarlo.
-Hola!- le dije con sonrisa falsa.
- ¡Vicky! ¿como va?- me dijo muy simpático.
-Bien, con trabajo para hacer, como de costumbre- contesté sin abandonar la sonrisa.
-Bueno, me siento por ahí. Voy a comer algo.
-Bueno, me dijo.
Me senté en la misma mesa de la primera vez sintiendo un pequeño agujero en el estómago. ¿Qué onda? Pensé que al menos me iba a decir "no te llamé porque se me murió el perro, mi abuela, tuve un viaje de negocios, estuve atrapado en el placard el fin de semana, tuve una gastroenteritis, me dolía la muela, tenía cólicos, mi amigo se separó, etc. Pero no, nada de eso.  Siguió leyendo el diario como si nada.
Pensé que los números lo señalaban a él pero claramente, no es él y a pesar de estos encuentros casuales (me lo vuelvo a encontrar un día "10") se ve que esto no fluyó.  La pregunta del millón es ¿sino fluye al principio, no fluye más? ¿Es una sóla oportunidad que tenemos? ¿Es cierto que todo es cuestión de timing?
Tenía ganas de sentarme en la mesa y decirle: Mirá pedazo de nabo ¿ me podés decir cómo es tu onda? ¿Por qué me decís que me vas a llamar sino me llamás? ¿Por qué te hacés el que te gusto si al final parece que no? 
Esto es lo indescifrable de los hombres. Sin embargo me quedé en mi lugar e intenté trabajar.  Lo miré de reojo un par de veces pero él parecía muy concentrado en el diario.  Ojalá se vaya rápido así puedo concentrarme en el trabajo.  Apenas lo pensé, se levantó y fue a pagar.  Cuando pasó por mi mesa se acercó, me dio un beso y me dijo "nos vemos".
-Si, nos vemos- dije.
¿Así nada más? ¿Pero por qué no te vas a freir churros y te tirás el aceite caliente en la cara?
Ahí me invadió una furia terrible, por no entender los códigos por vivir en un mundo donde nada es lo que parece.  La llamé a Cata inmediatamente:
- Adiviná lo que me acaba de pasar!- le dije sin saludarla.
-Ahora no puedo hablar, después te llamo - me dijo y cortó.
La llamé a Romi. Romi hace un tiempo que está en pareja, tuvo su momento de soltería y acumuló la suficiente experiencia para tener una visión del tema.
-Entiendo lo que decís, pero creo que estás obsesionada con este pibe.  Todo bien con la numeróloga pero puede que te haya mandado fruta.  Pero más allá de eso creo que (y esto por lo que escucho de los amigos de Pedro), no es que no le gustaste, pero tal vez, tiene otras cosas para hacer.
-No entiendo -le dije agudizando el oido.
-Bueno, que yo les pregunto a los chicos qué onda con las minas y ellos dicen que sí, que tal o cual les gusta pero que tienen otras cosas para hacer y que bueno, las llaman en algún momento, se cuelgan.....
-Sigo sin entender- le dije.
-Yo tampoco entiendo, para mí es más simple. Te gustó o no te gustó. Punto. Pero en estas épocas parece que uno debe mantener muchas "ventanas" o "pestañas" abiertas.  Tal vez no estás navegando en ninguna, pero ahí están por las dudas.......El multitasking a la orden del día. 
-Si, no sé cómo se sale de eso. 
- De todos modos, no te aflijas. Sé que es difícil encontrar gente que piense como uno hoy, que no se diluya, esfume o borronee, pero te juro que las hay.  No dejes de ser fiel a vos misma, aún cuando parezca difícil.  Lo peor sería bajar las expectativas para tener una pareja.
-Eso lo tengo más que claro. Si me engancho con un nabo para casarme y tener hijos te pido que me ejecutes en la Plaza de Mayo- le dije.
Ja ja, deal!!! - me contestó y cortó.
Me quedé pensando si en otras épocas conectar con la gente era más fácil. Todavía no estoy muy segura aunque sí me acuerdo algunas cosas que no funcionaron el pasado, como mi relación con el sonidista de MTV. Nuestra conversación final fue algo así: 

Estaba metida en la cama mirando “Río salvaje” con Meryl Streep. El bote donde ella iba con los secuestradores, su hijo y su marido estaba a punto de volcar. Había visto la película aproximadamente 10 veces. Sonó el teléfono.
Yo: Hola
El: Hola, ¿como estás? (me llamaba desde el celular).-
Yo: Bien.
El: ¿Que hacías?
Yo: Miraba la tele.
El: Ah, bueno, ¿que onda?, ¿hacemos algo hoy?
Yo: ¿Que? Vos no entendés nada me parece. No es así como vos creés. No podés llamarme a las 6 de la mañana después de haber desaparecido durante 5 días. Las cosas no son así, es evidente que esto no está fluyendo y no me interesa seguir.
El: ¿Pero por qué decís eso? Pará, te llamo en un rato porque voy a chocar, estoy por la autopista.
Yo: Bueno.-
Me había perdido la mejor parte donde matan al guardaparques y donde Meryl Streep va a pasar el rápido más peligroso. Suena el teléfono.
Yo: Hola.
El: Hola, ahora sí.
Yo: Bueno, no sé en qué estábamos.
El: Estábamos en que me estabas dejando.
Yo: Ah, sí claro, bueno, como te decía… esto no va así, no me interesa, bla bla bla bla.
Nunca más lo volví a ver.

Pizza y a la camucha a ver tele y a asegurarme 9 horas de sueño para ser feliz mañana. 


Sin respuestas

El universo masculino me parece un incógnito.  Debería ser más fácil, porque son seres bastante básicos pero últimamente me desorientan.
El viernes, después de la actitud amorosa y galante de Franco de la noche anterior, no me dirigió la palabra ni la mirada en todo el día.
Pasó por mi piso para ver unos problemas en computadoras de escritorios aledaños y me saludó con un simple "Hola" como si no me conociera.
De todos modos la clave para lidiar con estas actitudes extrañas de los hombres es restarles importancia.  Franco me gusta, no tanto, lo que hace todo mucho más sencillo.
El viernes a la noche fuimos al cine con las chicas.  La película fue tan plomo que nos fuimos antes del cine, aún cuando la directora estaba en la sala. ¿A quién se le ocurre filmar una casa derruida y poner un subtítulo que cuenta una historia que no tiene sentido alguno? Sin voz en off, sin música, nos dormimos, nos despertamos y nos fuimos. 
El sábado a la noche recibí un mensaje de un chico que había conocido hace un mes aproximadamente en un boliche rondando las cinco de la mañana. Hora de manotazo de ahogado, hora de cualquier cosa menos mantener una conversación civilizada.  Sin embargo, sorpresivamente la tuvimos. En el medio de la pista y con las luces rebotando contra las paredes.  Cuanto más hablaba, más interesante y "normal" me parecía.  Cuando terminó la conversación no me pareció mal darle mi número de teléfono.  Y aquí el siguiente fenómeno:
Mensaje de texto al día siguiente diciendo algo así como: Quería saber cómo está esa mujer que conocí y que me interesa mucho.  -Bien- le contesté.¿y vos?
¿Hacés algo hoy? - me dijo. (eras las 11 de la noche de un día sábado)
-Salgo con unos amigos - le dije-
- Ah, quería invitarte a salir.
-Bueno, dale, otro día arreglamos y salimos!
Hasta ahí todo bien. Después desaparición por dos semanas y vuelta a aparecer ayer a la noche.
El interés por cualquier encuentro a mí ya se me había pasado.  El nuevo intercambio de mensajes de texto dice así:
-Hola! Todo bien bonita?-dice él.
-Hola, todo bien, vos?- digo yo.
-Si, excelente. Cambié el cel, te dejo mi nuevo número para que lo anotes. A ver cuándo te veo!!!- dice él.
(Nota mental: ¿Cómo me va a ver si nunca me invitó a salir?)
-Lo anoto. Cuándo me ves? Cuando propongas-le escribí.
-Dale, te llamo en la semana para arreglar! Este finde estoy un poco complicado.
(Nota mental 2: Nuestra querida frase "estoy complicado" que equivale a "te estoy bicicleteando." Recordé lo que me dijo mi amigo Javi:  "no me interesan mucho pero no las quiero soltar por las dudas".)
- jajaja, ok- le dije yo.
-De qué te reís? Es algo que no deberías decirle nunca a una mujer que te interesa? - dice él.
-Me río del "estoy complicado". Si realmente te interesa una mujer pasa menos tiempo hasta que salis.....-le dije yo.
-Eso puede ser ...pero se puede discutir, lo único que se es que me interesa conocer a alguien como vos.
(Me dio la razón. Eso es interesante. También me dijo básicamente que yo era su estilo de mujer pero que en verdad mucho no le interesaba. Aplausos igual por la sinceridad)
- Le dije: Consejo: si te gusta alguien no tardes tanto en salir.  La emocion se pierde y las ganas se van, la memoria falla y ni la cara te acordás.
Me contestó una gansada del estilo.  "La emoción y la magia quedan para siempre"
Le contesté que "las ganas se sostenían con más ganas".  Y que era mejor demostrarlas que decirlas.  Más acciones menos palabras.
- Ahí me dijo: - Es verdad que faltan acciones. ¿Hacés algo hoy?
-Tengo un cumple- mentí.
-Bueno, que lo pases lindo en el cumple, hermosa- terminó.
-Gracias- le dije.
Fin del intercambio.
Luego de ese intercambio y no teniendo expectativas de salida en sábado a la noche me tiré a ver tele.  Una vez más "Lost in Translation". Esa película me encanta y sé los diálogos de memoria.  Lo que me encanta es que muestra un verdadero encuentro de almas, algo que es difícil encontrar hoy. Las almas que pululan están difusas y contaminadas.
Llegó un mensaje de Marcos (con quien se suponía que saldría esa misma noche): -Hola Vicky!!! Sorry que no te llamé antes pero este fin de semana "se me complica". Hablamos más tarde.  "ok"- le dije por toda respuesta.
Y así, en ausencia de encuentros reales, me quedé con el encuentro de almas de las películas......

sábado, 9 de abril de 2011

El grupete

Me sentí otra vez en el secundario.  Los ocho de la partida nos dividimos cuatro en cada taxi.  Había una excitación generalizada por la salida pero yo estaba neutra. Después de lo de Hernán nada me entusiasmaba.  El problema de lo que se pincha cuando aún nada pasó es que ante la falta de realidad te alimenta la fantasía. Y la fantasía es tan infinita que no puede generar más que desilusión.
Franco es lindo, lo miraba en el taxi cuando se daba vuelta a hablarnos a las tres que estábamos sentadas atrás.  Todas lo mirábamos.  Es un seductor del estilo humilde, para nada canchero y eso me gusta.
Llegamos al bar y pedimos pintas para todos. Empezamos a tomar.  Franco fuma, eso es muy malo porque significa que no voy a resistir la tentación de fumarme un pucho cuando termine la cerveza y la cerveza y el pucho, en  mi caso, son una mala combineta.
Nos sentamos todos juntos en la mesa.  A pesar de ser nuevo Franco claramente lideraba a la nueva bandita. Franco, Martín, Sergio y Alberto sentados de un lado. Micaela, Carina, Male y yo, del otro.  Era un claro cuatro contra cuatro y ahí empezamos  a contar nuestra desventuras con el sexo opuesto.
- No saben lo que me pasó una vez- dijo Carina.  Se los cuento tal cual fue. Era una fiesta de cumpleaños. Musica muy alta, mucho ruido, mucha gente. El diálogo fue así:

El: ¡¡¡Me gustás mucho!!! Sos auténtica! ¡Copada!
Yo: ¿Y vos como sabés eso?
El: No lo sé pero lo intuyo….
(Suena la canción “Big in Japan”) 
Yo: ¡¡¡Me encanta este tema!!!!
El: A mí no….
Yo: Ah, ¿y que música te gusta???
El: La música latina……
Yo: ¿Por ejemplo?
El: Me gusta Ricky Martin….de hecho…soy fanático…
(Sentí que me descomponía, tragué saliva, me sobrepuse al momento)
Yo: Ah, mirá vos......Y contame ¿que te gusta hacer en tu tiempo libre?
El: Jugar al football, comer asado con mis amigos, ir a Olivos…hacer el amor.
(Sentí que me descomponía por segunda vez) 
Yo: ¿Hacer el amor? Pero hacer el amor y coger son cosas distintas…
El: A mi me gusta que la mujer que esté conmigo no sea boca sucia porque yo tampoco lo soy…..
Yo: Primero, no estoy con vos. Segundo, ¿lo decís porque dije “coger”?
El: Sí.
Yo: Ahora vuelvo, voy al baño.
- Obvio que no volví más- dijo Cari.
Risa generalizada y algunos aplausos. 
- Es que me dio bronca que dijera "hacer el amor".  Si se estaba refiriendo a "garchar", "coger" o "tener sexo" para los mejores hablados. ¿Por qué dijo "hacer el amor"?
- Es que a veces los hombres decimos cosas que las minas quieren escuchar- dijo Sergio.
-Claro el punto es que no tienen idea lo que las minas queremos escuchar- dije casi sin pensarlo.  Y todos se callaron.
- ¿A ver? - eso es interesante dijo Franco. -¿Qué quieren escuchar ustedes?
La mirá a Male con ojos de súplica para que me ayudara a salir del berenjenal en el que me había metido.  Este es el momento en que si hablás, empezás a revelar todos tus misterios y recovecos y eso no está bueno, a menos que nadie te interese para nada.  De pronto, como poseída por el demonio empecé a hablar.
- Las mujeres queremos escuchar a tipos normales, que hablen como gente normal.  Que no digan "hacer el amor" cuando alguien que tiene relaciones de forma casual "no hace el amor".  Queremos que no mientan.  Que nos den un poco de magia y romanticismo pero sin ser empalagosos, que sean compañeros y fieles y que sean leales.  La palabra es esa, que sean leales.  Que no le tengan miedo a vivir una relación en serio con proyectos en serio. Que sean hombres con las bolas bien puestas, que no anden coqueteando por ahí como desesperados, como si su vida fuera miserable.  Que aprendan a valorar lo que es tener un vínculo leal y en serio. Que sepan valorar en definitiva.
De pronto todos se quedaron en silencio.  Despotriqué contra el hombre que me había hecho sufrir y en el que yo había depositado mis sueños.  
Male me miró con cara de espanto y Franco me agarró la mano.
- Todos sufrimos por amor, pero siempre pasa- me dijo.
Y por suerte cambiaron de tema y siguieron con las anécdotas.  Saqué la mano de su mano y me fui al baño. Me encerré y me puse a llorar. Male entró corriendo.  
-¿Vos sos boluda? Perdoname pero no te podés poner así, bueno, podés pero no da. ¿Qué te pasó? 
-No sé qué me pasó- dije entre sollozos. Creo que no estoy muy bien.
- Secate esa cara y vamos por otra ronda de birras. Además arrancaron de vuelta con más anécdotas de citas y demás.  Se va a poner divertido esto.
Para mi no se puso tan divertido. Aún así Franco no dejó de mirarme en toda la noche y en varias oportunidades me preguntó si estaba bien.  Y no, no estaba bien, pero tenía que estarlo.  
A la vuelta me acompañá hasta casa.  En ese momento todos tenían muchas copas de más menos yo.
Se bajó del taxi y me acompañó hasta la puerta de casa.  Quería sentirme contenta pero no me salía.  Aún así no dejaba de pensar que era muy lindo y que me había gustado.
-La pasé super bien- me dijo. Es un grupo divertido, parecen todos buena gente.
- Lo son, son buena gente.
- Y vos vas a estar bien. Haceme caso. Si querés otro día te cuento mi patética historia. Todos buscamos amor, a tontas y a locas, pero no nos animamos. ¿Y sabés por qué? Porque siempre se termina y cuando se termina duele. 
Me abrazó fuerte y me sentí chiquita en sus brazos pero se sintió bien. 
Nos despedimos y el con su camisa afuera del pantalón me saludó con una sonrisa desde la puerta. 




jueves, 7 de abril de 2011

Nueva filosofía

Después de mucho pensar sobre qué hacer decidí darles el "ok" a los chicos de la oficina. Después de todo, como alguien me dijo, en este caso el dicho sería así: "mejor bueno por conocer que malo conocido".  Por eso le contesté a Marcos que mejor lo dejábamos para el sábado si le parecía bien.  Me dijo que sí, lo que me pareció un buen síntoma.
Sonó mi interno hoy, vi el identificador y era Franco.
-¿Vicky?
- La misma - dije haciéndome la graciosa.
- ¿Cómo andás?
- Bien por suerte, ¿vos?
- Bien también.  Mirá, quería decirte, no sé si Male te dijo que hoy salimos con los chicos.  Vamos a tomar algo por Palermo. ¿Venís? Porque estoy por reservar, así te incluyo.
[Nota mental: No sé si me estoy haciendo la película o qué pero fue un llamado sólo para saber si iba. ¿Quién reserva hoy en día en un bar de Palermo para ir a tomar algo????]
- Si, voy, contame para la reserva.
- Ah, bueno, genial. Nos vemos hoy entonces!
- Si, nos vemos.
Nada más.  El día es gris, tan gris como mi recuerdo de Hernán y de todos los hombres grises que pululan a mi alrededor.  Repito: "grises y entrecortados". Así estamos. ¿O alguien opina distinto?
Me acordé de mis épocas anteriores de citas, hace 10 años atrás y me pregunto si esto era igual que ahora.  ¿ Y saben qué? Creo que no. Insisto con la tecnología.
Hoy vi que hay un programa de compu por el que te suicidás en las redes sociales.  Te metés y te das de baja en fb, en twitter y en LinkedInn entre otros.  Lo curioso: No podés revivir, nunca más podés darte de alta, al menos con tu nombre y tu mail, deberías crear un "avatar".  Y ahí pienso: ¿Cuántas personalidades tenemos en el cyberespacio? Tantas como querramos.  Es una ezquizofrenia generalizada.  Lo curioso del suicidio en la Web es que tu vida en fb va pasando frente a tus ojos en la pantalla con toda tu actividad desde el inicio, hasta el suicidio. ¿Creepy no?
Estoy empezando a pensar seriamente en iniciar una cruzada para que vuelvan las cartas por correo y los llamados telefónicos. ¿Tendré algún éxito?

miércoles, 6 de abril de 2011

Mensaje de texto II

¿Cómo venís para vernos mañana? Marcos.

Mañana salida con los de la oficina.

¿Qué hago?

martes, 5 de abril de 2011

Banco de suplentes II

Hernán no llamó.  En todo el fin de semana. Después de ese viernes mágico, se esfumó. Llegué a preguntarme si había sido tan mágico o si sólo me había parecido a mí. 
El lunes llegué a la oficina y Male tenía varias novedades del viernes en mi ausencia.
- El viernes se armó grupete y te lo perdiste- empezó.
-Ah, mirá. ¿Quiénes?
-Las de finanzas salieron con los de sistemas y Carina me invitó.  Lo pasamos buenísimo. Fuimos a un bar de Reconquista. Fuimos "la bestia", Martín, Sergio y Alberto.  De las chicas Carina, Marcela, Micaela y yo.  La bestia es Franco, ya lo sabés, pero después del viernes que lo conocí más, me da no se qué decirle la bestia, mejor le digo Franco. Es divino. Sergio preguntó por vos y Franco dijo que habías hecho "home-working" ese día. No sé cómo sabía, calculo que por la ubicación de la compu, pero lo tenía re claro, me parece que te fichó. Igual es lindo, pero no sé si es mi tipo, demasiado perfecto. No sé si me sentiría bien junto a un tipo tan lindo.  Igual a mí no me daría bola.
-Pará, tampoco te tires abajo.  
-No me tiro abajo, pero somos otra onda, me parece que va más con vos.  Al pibe le gusta el cine europeo y todo eso, va a museos y lee esos autores raros que lees vos. 
-Mirá vos, interesante.  Me lo imaginaba cuadrado como el cubo mágico. 
-Pero no lo es. Quieren volver a salir porque el jueves cumple años Sergio, querían ir a un bar de Palermo esta vez. ¿Venís? 
-Si, puede ser.  Bueno, voy. Y si llama Hernán para salir le digo que no puedo.
Salí a almorzar con Javi, un amigo al que no veía hace mucho.  Nos pusimos al tanto de nuestra vida amorosa.  Le conté de Hernán para conocer su opinión masculina.
-Mirá, no sé qué onda el pibe.  Igual ni se dieron un beso ¿no?
- No. Pero había tensión sexual el otro día en el bar mientras trabajábamos.
-Mmmm, sí, no sé.  A mí me pasa que aunque no llame a las minas, tampoco las quiero soltar, por las  dudas, por si en algún momento tengo ganas de verlas.  Eso me pasa un montón.  El otro día me llamó una, pero la verdad es que me quería acostar temprano así que le dije que no.
- Pero entonces, las minas de las que hablás, ninguna te gusta tanto. Eso es claro.
-Mmmm, y.... no.
-Y tener sexo tampoco te gusta mucho ¿o sí?
- No, si si, pero ese día me quería acostar temprano y la verdad es que la mina no me gusta tanto, así que me fui a dormir mejor.
- ¿Y para que la llamás o la seguís viendo?
-Por si no aparece nada mejor, prefiero tener la posibilidad siempre.
La charla fue más que enriquecedora. Ahí me di cuenta sin querer, que yo estaba en el banco de suplentes.  En varios casos, y en el de Hernán seguramente.  Ahí también me di cuenta que el poder para salir o no del banco, depende de uno mismo. También me di cuenta que el banco sólo vale si es recíproco.  Yo estoy en tu banco, vos estás en mi banco.  Nadie espera otra cosa y nadie se ofende.  
Pero si alguno de los dos aspira a titular, el banco es frustrante. Se convierte en una espera angustiante.   Eso es lo que me pasa con Hernán, aunque sea sólo una fantasía. 
También me di cuenta que quedarse en el banco de suplentes es no querer asomarse a la posibilidad de estar solos. Y aquí la contradicción: Nadie quiere estar totalmente solo, pero nadie quiere estar con nadie. Todos nos volvimos grises y entrecortados. 
También pensé en los tiempos.  Todo parece haberse lentificado y estar frente a la pantalla no da lugar para la espera y tampoco para el encuentro. El facebook, el twitter, el mail, el chat de la black berry, el mensaje de texto.  Las posibilidades de encontrarte son tantas, que no te encontrás realmente con nadie. El llamado telefónico ya es casi como recibir una carta por correo postal. 
¿Estamos tan acelerados que no hay tiempo para esperar? ¿Les ponemos deadlines a la gente para terminar con un tema y pasar a otro? ¿Damos ultimátum porque no aguantamos la espera?
¿Tendrá los mismos tiempos mentales para la vida el artesano que no vive atrás de su computadora?
Por lo pronto, el jueves salimos en grupete y Franco va. 

lunes, 4 de abril de 2011

El banco de suplentes

El viernes no salí con Diego.  Después de ese nuevo encuentro con Hernán, mi único jugador del banco de suplentes me pareció más pata dura que nunca.  Nuevamente fui mala, nuevamente le dije "se me complica".  -Pero daaaaale!!!!! Cuándo podessss al final?????- me dijo por mensaje.  Hablamos mejor en la semana, le dije.
No me gusta.  Es clarito como el agua.  La pregunta es ¿si te patean para la otra semana o la otra, o te dicen que te llaman y no lo hacen, significa que no les gusto? ¿Por qué habría de ser diferente pare ellos que para nosotras? Uno no puede ir por la vida diciéndole a la gente: "La verdad no me gustás mucho, te tengo en el banco de suplentes y sólo te llamo si el titular se lesiona."   Entonces lo que uno hace es "patear" (para seguir con el término futbolístico) el encuentro para más adelante.
Sigue dándome vueltas en la cabeza esta cosa del deseo, la pasión y las luces de colores. Me da vueltas en la cabeza la falta de todas esas cosas. 
Cuando nos despedimos con Hernán me dijo "te llamo". -Bueno- le dije.
¿Me llama cuándo? ¿Mañana? ¿En algún momento de la vida?  ¿Cuando hable con su hermano gemelo que salió con mi hermana gemela, que en realidad somos nosotros dos haciéndonos los boludos?
Me quedé bien por verlo y mal porque en definitiva yo estoy buscanco romance.  Digo que busco amor, pero lo que quiero ahora es romance y el romance se logra con muy poco.  Quiero el romance del encuentro, la invitación, el deseo, la risa, las ganas, y que todo eso sea tan divino que me provoque nuevamente desear el encuentro, hacer la invitación, sentir deseo, reirme y tener ganas de eso otra vez.  Podría pensarse que de eso se trata el amor y en parte sí, pero no necesariamente.
Sábado a la noche, salida con las chicas al bar de siempre.  Cata, Luli y Debbie. Lleno de gente, lleno de hombres, lleno de mujeres.
Contacto visual de Luli con canoso en la barra.  Posterior contacto visual de Cata con un alto de anteojos, bastante interesante.  Contacto de Debbie con un mojito bien cargado y mi único contacto fue con un integrante de mi banco de suplentes de vidas pasadas.
-¡¡¡¡¡Qué hacés Vicky!!!!!!
-¡Hola! ¿Cómo estás?-
Lo saludé efusiva. Estaba mucho mejor de lo que me acordaba. Había adelgazado varios kilos, estaba bronceado, el pelito medio largo y una remera con mucha onda.
- ¿Que fue de tu vida tanto tiempo? Pensé que te habías casado. Bueno, eso fue lo que me dijeron.
-Casada, casada no estaba. Pero sí, era casi lo mismo.
-¿Y qué pasó?
- La vida, eso pasó.
No hay nada que me enferme más que te pregunten por qué te separaste, como si los motivos se pudieran enumerar en una frase de cuatro palabras mientras te tomás un Cuba Libre en un bar.
- ¿Y vos? ¿En qué andás tanto tiempo?
- Recién llegado. No demasiado, salvo los 5 años que estuve viviendo en Costa Rica. Me mandaron de la empresa en la que estaba, la verdad es que no la pasé muy bien al principio pero después me acostumbré. Igual extrañaba a los amigos, por momentos me sentí muy solo.
(Aplausos a la gente que te cuenta la verdad de la milanesa y no te dice que todo fue espectacular y te hace sentir horrible sobre tu vida de oficina en Buenos Aires). Ahí subió las acciones otra vez.
-Bueno, justo me estaba yendo porque tenemos que llegar a ver a un amigo que toca en una banda pero te llamo uno de estos días para salir. ¿Te copás?
- jajaja, si, me copo.
Intercambiamos teléfonos y se fue.
Mientras, Luli intercambiaba miradas lascivas con el canoso y Cata le sonreía al de anteojos que lo devolvía la sonrisa. Con Debbie decidimos despejar el área para facilitar el abordaje.
Y acá, un dato interesante de mi observación sociológica de años. Descubrí que los hombres argentinos cuando te miran, te miran con cara de "macho recio y malo". Los hombres que te miran y sonríen son extranjeros o tienen la mejor onda del mundo.  Aguante la sonrisa. La sonrisa garpa muchachos.  La sonrisa trae otra sonrisa.  El macho recio ya fue. Pasó de moda, no va más.  Ahora garpa la buena onda, la gente cool pero que tiene los pies en la tierra. (igual la excesiva buena onda parece que te exige tener la misma "buena onda", y tener buena onda parece que es no enojarse con nada).  Y a veces hay que enojarse y gritar sino parecemos todos robots con corazones de plástico y sangre de tinta china.
Y hablando de buena onda me llegó un mensaje al celular que decía: "Me encantó verte. Estás mejor que nunca. Te llamo y salimos en la semana. Marcos". 
Bueno, alto ahí.  Nunca nos olvidemos que esto es un potencial "refrito".  Aunque en verdad yo no tengo muchos refritos porque o cocino la milanesa bien para comerla o la quemo y la tengo que tirar.  Refritar  vínculos es hurgar en algo que en general se agotó. Pero Marcos fue distinto porque cada uno venía de historias complicadas y cuando estábamos empezando a pegar buena onda, el volvió con su novia.
Refritar o no refritar. That is the question.

sábado, 2 de abril de 2011

Tercera vista

Voy  a evitar explayarme el mal humor que me generó la conversación con mi madre apenas me levanté en la mañana del viernes. Estaba contenta porque iba a trabajar desde casa y resulta que a los cinco minutos estaba haciendo un alegato en mi defensa repitiendo una y otra vez que no era una alcohólica. Mi hermano, a quien suelo contarle muchas de mis cosas, habitualmente es indagado por mi madre respecto de mi vida personal.  Mi hermano, que piensa exactamente lo mismo de ella que yo, suele caer en sus manipulaciones y termina contándole algunas cosas mías.  Calculo que se habrá enterado que mi última cita fue un fiasco y los motivos y ahora piensa que tengo un problema con el alcohol. ¿Desde cuándo entonarse una vez ante los nervios y la emoción de alguien que te gusta se convierte en una adicción? ¿No es lo suficientemente malo sentirme avergonzada como para que encima me critique y me haga sentir mal? Corté el teléfono y le dije que no tenía tiempo para hablar de sus pavadas ni escuchar todas sus sugerencias que podían ser buenas para ellas pero no buenas para mí. Yo soy yo, soy grande y hago lo que quiero.
Me mufé tanto que agarré mis cosas y me fui a trabajar al bar. Sí, a ese bar. Me senté y observé cómo la gente que no hace nada de sus vidas, se la pasa tomando cafecitos y paseando sin ningún tipo de stress, tensión ni obligación. Hay otra vida.  No sé cómo se compra, pero hay otra.  
Me conecté y empecé a recibir la catarata de mails habitual.
Me metí en el twitter y empecé a ver los mensajes sugestivos de un "x" que me hablaba del número exacto y de las coincidencias con su nombre y apellido (ambos con 5 letras) y "todo suma 10" me aclaró.
Interesante lo que dijo, parece interesante.
Todavía no entiendo el twitter. Es algo así como estar metido a oscuras en una habitación con gente que habla, que dice lo que se le ocurre y de pronto alguien le contesta.  En algún punto es lo más parecido a una conversación de sordos.  Sin embargo es super interesante escuchar lo que piensa la gente, algunos me hacen reir mucho, algunos me dan ganas de matarnos y otros  me dejan pensando, como "x". 
Le contesté que me encantaban las coincidencias y que si acaso pretendía sugestionarme con sus mensajes.  Me dijo que no me quería sugestionar pero no me contestó más.
Acá querida gente, otra reflexión. En la era de la comunicación internética y virtual hay algo que ocurre y es que los diálogos son abandonados a la mitad.  En general, cualquier encuentro y contacto es abandonado a la mitad.  ¿Es que no existe la suficiente emoción, al menos curiosidad para provocar un encuentro? Si el inconciente colectivo sigue siendo el mismo (claramente no lo es) los hombres llamarían al menos por la sóla posibilidad de tener sexo.  Mis amigas tienen una lista de gente en sus contactos, personas a las que ya ni recuerdan donde ni cómo conocieron. Listas de nombres sin apellido o que sólo significa una foto.  ¿Me pasás tu facebook, tu teléfono, tu twitter, tu mail? Y después, un día aislado alguno te contacta y te dice: -Hola, como andás? Bien y vos?- le contestás.  Bien, todo bien- te contesta.
¿Perdón? ¿Eso es un diálogo? ¿Quería comprobar que le di bien el teléfono? ¿Me quería invitar a salir y no se animó? ¿Estaba hablando con varias al mismo tiempo y la que dijo "bien" de manera más interesada se llevó el premio de su aburrida invitación? La gente no tiene gracia.  Ninguna. No es divertida, no es interesante.  No sabe hablar.  Si encuetran un buen convesador, atrápenlo, es una especie en extinción.
Esto pareciera demostrarme que ya no hay encuentros fuertes, no hay electricidad en el encuentro, ni aún en esas charlas de bar o boliche en la que te parece que el diálogo fluyó y el pibe es divino y se entendieron.  El romanticismo del encuentro y el amor pareciera que es algo que pasó de moda y yo soy chapada a la antigua. ¿Es que somos todos tan vagos o tan cobardes que ya nos asusta encontrarnos cara a cara con el otro?
El encuentro cara a cara fue lo que me pasó cuando Hernán entró al bar de un minuto para el otro con su computadora.
Miré fijamente la pantalla y pretendí que no lo había visto.  Le di libertad de acción para hacer lo que más quisiera. 
-Hola ¿ te conozco de algún lado?- me dijo sonriendo.
Levanté la vista y ensayé cara de sorprendida. 
-Creo que sí, no sé. En realidad creo que no, la que salió el otro día con vos, no era yo, era mi hermana gemela- le dije en un intento por disculparme sin que pareciera una disculpa.
- ¿En serio? ¡Qué casualidad! Porque el que salió con tu hermana gemela era mi hermano gemelo y no la llamó más. Y no me gustó su actitud así que le dije que la vuelva a llamar.
- Ah, ¿si?
- Si.
-¿Qué hacés acá?
-Me tomé viernes para trabajar desde casa, me imagino que vos también.
-Si, así es.
-¿Te molesta si me siento en tu mesa?
- Para nada.
Nos sentamos frente a frente y nos miramos.  Nos sonreimos y nos reimos hasta llegar a la carcajada.  Fue la mejor cita de mi vida.  Cada uno hizo lo suyo.  Por momentos nos volvíamos a mirar, nos sonreíamos y volvíamos a lo nuestro. Ahora conozco su cara de memoria. Sus marcas y lunares.  Y él conoce la mía.  Nos quedamos en silencio, largas horas. Y se sintió muy bien, muy pero muy bien.

¿Te sentís identificada con lo que leés?o?

El "Hollywood" que nos arruinó la vida....

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